Bruselas, 20 de enero de 2024
En una contribución a la recién publicada antología “Religión, Expresión Odiosa y Violencia", Fathi M. A. Ahmed proporcionó ideas clave sobre cómo los líderes religiosos pueden combatir más eficazmente el discurso de odio. Su capítulo, titulado "Translational and Terminological Sensitizing of Muslim Religious Leaders of Al-Azhar in the Combat Against Hate Speech" (Sensibilzación Traductora y Terminológica de los Líderes Religiosos Musulmanes de Al-Azhar en la Lucha Contra el Discurso de Odio), profundiza en cómo el lenguaje y la traducción juegan un papel fundamental en la creación de contra-narrativas a las ideologías extremistas.
El capítulo de Ahmed llega en un momento en que el extremismo, especialmente el de grupos como Daesh (ISIS), sigue siendo una amenaza global, a pesar de las afirmaciones de su derrota militar. Su enfoque está en ayudar a los líderes religiosos musulmanes, particularmente aquellos de Al-Azhar, una de las instituciones islámicas más antiguas y respetadas del mundo, a refinar su comunicación para contrarrestar la retórica extremista. Explora cómo el lenguaje, la terminología y la traducción pueden aprovecharse para debilitar las narrativas de las organizaciones extremistas mientras se fortalecen los mensajes de tolerancia y paz.
Priorizar la Escritura sobre la Traducción
Un pilar del argumento de Ahmed es la idea de que escribir directamente en varios idiomas es mucho más efectivo que traducir desde un texto maestro único. La traducción, señala Ahmed, a menudo conlleva el riesgo de malinterpretación o dilución del significado, particularmente cuando se trata de conceptos religiosos matizados. En cambio, Ahmed aboga por escribir en los idiomas específicos hablados por el público objetivo, considerando las diferencias culturales y lingüísticas. Este enfoque no solo mejora la claridad, sino que también ayuda a garantizar que el mensaje resuene más profundamente con audiencias diversas.
Lenguaje Afirmativo y Concisión
Ahmed enfatiza la importancia de usar un lenguaje afirmativo en las contra-narrativas. En lugar de centrarse en lo que el Islam no promueve, él anima a los líderes religiosos a afirmar lo que el Islam sí defiende: paz, justicia y respeto por toda la humanidad. Este cambio de una postura defensiva a una proactiva, según él, es crucial para crear mensajes más fuertes y efectivos.
La concisión es otra recomendación clave en el capítulo de Ahmed. Un lenguaje retórico y prolijo puede a menudo oscurecer el mensaje central, haciéndolo menos impactante. Al mantener el discurso contra el odio breve, claro y enfocado, los líderes religiosos pueden presentar sus ideas con confianza y autoridad, evitando las trampas de argumentos vagos o enrevesados.
Uno de los puntos más críticos que Ahmed plantea es la necesidad de usar una terminología que desafíe a las organizaciones extremistas en lugar de legitimarlas. Por ejemplo, argumenta él que los líderes religiosos deben abstenerse de usar el nombre autoproclamado “Estado Islámico”, que implica legitimidad, y adoptar en su lugar términos como “Daesh”, un nombre que lleva una connotación negativa en árabe y socava las afirmaciones ideológicas del grupo.
El dicho uso estratégico del lenguaje, sugiere Ahmed, puede disminuir el atractivo de los grupos extremistas al despojarlos de su legitimidad autoidentificada. La importancia de los nombres y etiquetas en este contexto no puede ser subestimada, ya que influyen en cómo tanto los seguidores como los forasteros perciben estas organizaciones
Otro aspecto importante del capítulo de Ahmed es su llamado a los líderes religiosos a evitar los eufemismos al responder al discurso de odio. Él aconseja que los términos ofensivos se citen directamente, exponiendo toda la magnitud de su daño en lugar de suavizar su impacto. Esto, cree él, permite a los líderes religiosos abordar el problema de frente y comprometer a sus audiencias en discusiones significativas sobre los peligros del dicho discurso.
Ahmed también insta a los líderes religiosos a involucrarse más activamente con las plataformas de redes sociales. Él recomienda cooperar con estas plataformas proporcionándoles palabras clave cuidadosamente elaboradas que puedan ayudar a identificar y eliminar contenido extremista sin infringir la libertad de expresión. Además, sugiere capacitar a los revisores humanos sobre cómo diferenciar entre el discurso de odio y el discurso religioso legítimo, asegurando que el contexto no se pierda en el proceso.
Las ideas de Ahmed están informadas por su experiencia al dar una conferencia en el Observatorio de Al-Azhar para Combatir el Extremismo en noviembre de 2020, donde abordó cómo la traducción y la terminología podrían usarse para redactar contra-narrativas más efectivas. Reflexionando sobre esa experiencia, él comparte varias lecciones para involucrar a los líderes religiosos, enfatizando la importancia de construir confianza y respeto antes de ofrecer consejos.
Recomienda que los consejos se centren en los problemas en lugar de en el contenido, lo que significa que las soluciones deben abordar desafíos de la vida real en lugar de ideas abstractas. Además, Ahmed subraya que los líderes religiosos deben sentirse como participantes activos en las discusiones, liderando la conversación mientras son guiados por la experiencia del asesor. Sugiere que los temas sensibles se introduzcan a través de preguntas o reflexiones que inviten a la reflexión, permitiendo un diálogo abierto sin provocar actitudes defensivas.
El capitulo de Ahmed en Religion, Hateful Expression, and Violence Sirve como un plan integral para redactar discursos de contraataque más fuertes, más relevantes y más efectivos. Al centrarse en el uso estratégico del lenguaje, el capítulo proporciona herramientas concretas para que los líderes religiosos combatan el extremismo mientras promueven un mensaje de paz y tolerancia. Su énfasis en la precisión lingüística, el lenguaje afirmativo y la colaboración con plataformas de comunicación modernas subraya la naturaleza evolutiva de los esfuerzos contra el extremismo en la era digital.
En un mundo donde el discurso de odio sigue teniendo consecuencias devastadoras, el trabajo de Ahmed ofrece una hoja de ruta crítica para aquellos encargados de abordar las ideologías extremistas en su núcleo. A través de su capítulo, empodera a los líderes religiosos para que tomen el control de la narrativa, utilizando el lenguaje como su herramienta más poderosa en la lucha contra el odio.
Durante la conferencia “Religión, Expresión Odiosa y Violencia” celebrada en Florencia los días 8 y 9 de abril de 2022, Fathi M. A. Ahmed presentó su capítulo titulado “Sensibilización Traductora y Terminológica de los Líderes Religiosos Musulmanes de Al-Azhar en la Lucha Contra el Discurso de Odio”. En su presentación, Ahmed amplió las estrategias destacadas en el capítulo, enfatizando el papel de los líderes religiosos musulmanes en la lucha efectiva contra las narrativas extremistas a través de una terminología precisa y prácticas de traducción bien consideradas. Sus ideas subrayaron la importancia de los matices lingüísticos en la lucha más amplia contra el discurso de odio.
Lee más sobre la religión en Florencia, la expresión de odio y la violencia aquí.
La antología está disponible de forma gratuita en: https://www.toaep.org/ps-pdf/41-bergsmo-manocha/
El capítulo 31 está disponible de forma gratuita en: https://www.legal-tools.org/doc/f1rms5/pdf
La antología está disponible en Amazon: https://www.amazon.com/Religion-Hateful-Expression-Violence-Bergsmo/dp/828348141X/